No hace falta mucho para celebrar Halloween. Un pequeño rincón en casa ambientado monstruosamente es suficiente para sumergirnos en la fiesta, aunque sólo sea un poquito. Si participan los niños, mucho mejor... en realidad esta celebración es para ellos.
Ayer lo pasamos fenomenal mis hijos y yo montando esta pequeña ambientación. Cosas sencillas y cotidianas (papel higiénico, cartulinas, mandarinas, botes de conservas y algunos imprimibles de internet...) que a ellos los llenó de una enorme ilusión. Os animo a hacerlo... no soy muy fan de esta fiesta, pero la cara de los niños merece la pena.
!Y por supuesto, los esperados caramelos... no podríamos celebrar Halloween sin ellos!