La pasta de sal no es una novedad. Ha estado ahí siempre. De pequeña ya hacía manualidades con ella. Sin embargo, nunca hubiera imaginado que se podían hacer estas etiquetas tan maravillosas con una simple pasta de sal. Son absolutamente ideales.
Un complemento ideal para empaquetar nuestro mejor regalo. En realidad, el complemento será el regalo porque estas etiquetas se llevarán todo el protagonismo.
Si os han gustado tanto como a mi, a continuación encontraréis el tutorial del blog Appliances online.
Los materiales necesarios son: 1 taza de harina, 1/2 taza de agua tibia, 1/2 taza de sal, sellos, tinta y cortadores de galletas (opcional).
Se mezclan la harina, la sal y el agua hasta obtener una masa suave. Ponerla sobre una superficie enharinada y con un rodillo extenderla hasta conseguir una lámina e unos 3 ó 4 milímetros de espesor.
Con la parte posterior de un sello como plantilla, cortar un trozo de la masa para la etiqueta o bien, utilizar cortadores de galleta. Después estampar el sello sobre la etiqueta.
Alisar los bordes con los dedos y luego usar el pincho o pajita para perforar un agujero en la masa.
Precaletar el horno a 100 grados y colocar las etiquetas en una bandeja de horno con papel anti-adherente y hornear de 2 a 3 horas.
Q cosa más chula!
ResponderEliminarIrresistible... Hay que probralo!!!
ResponderEliminarGracias.
Me encanta!!
ResponderEliminarchulisimas¡¡¡
ResponderEliminarPero qué preciosidad! Las adoro!
ResponderEliminar¡Me encanta el DIY y el estilo de tu blog! Por aquí me quedo.
ResponderEliminarUn saludo. :)
Me encantan! Y... A lo mejor he vivido en una cueva, pero no conocía la pasta de sal!
ResponderEliminarJajajaja yo tampoco conocía la pasta de sal ... pero ahora que sé cómo se hace, seguro que pruebo!!
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